Una mentalidad o una semana más productiva
Todos en algún momento imaginamos cómo sería una semana más productiva. Comenzamos a fantasear que si fuera diferente, haríamos muchas cosas. No tendríamos tantos pendientes y menos ese sentimiento de frustración mezclado con estrés. Si estás en esta situación, o la has vivido varias veces, te invito a seguir leyendo. Aquí compartiremos algunas técnicas o actividades que ayudarán a gestionar mejor el tiempo. Y por supuesto a ser más productivo, y seguro que más feliz.
Varias veces durante nuestra vida, profesional y/o personal, nos enfrentamos a una lista de tareas que crece. La bandeja de entrada con muchos mails sin leer, o las actividades familiares, todo con la rigidez de los horarios. Las demandas aumentan y nuestra capacidad de trabajo comienza a verse afectada. Se agudiza nuestra sensación de no avanzar y nos sentimos agobiados.
La mentalidad correcta
En la dificultad, la mente muy fácilmente tiende a centrarse en lo que no nos gusta. Sentir incomodidad por lo que no va bien, es normal. Todos nuestros esfuerzos parecen inútiles porque estamos con la mentalidad incorrecta. La mente al igual que los demás músculos del cuerpo hay que entrenarla. Esto quiere decir, enseñarle cómo pensar para que no esté en modo reaccionar todo el tiempo.
Para entender mejor este concepto de entrenar la mente, veremos desde donde actuamos cuando nos sentimos agobiados. El sentirnos sobrepasados por las circunstancias, nos lleva a tomar la postura de víctima. ¿Y qué es la postura de víctima?
La víctima
La víctima está constantemente en la queja, en contar lo que falta y no lo que avanza. Se centra en lo que no puede controlar. Su ansiedad crece, al igual que la negatividad sobre su capacidad de avanzar y lograr realizar sus pendientes. Es así que poco a poco entra en un estado de inacción o parálisis. Lo curioso es que seguimos encontrando recursos para empeorar la situación. Seguro que más de uno hemos usado esta cura. Y la cura que es peor que la enfermedad, la procrastinación. Sobre esto hablaremos en nuestro próximo post. Te invitamos a inscribirte en nuestra newsletter, así seguiremos creciendo juntos.
La postura de víctima es ceder el poder a algo externo de afectarnos. Sí bien, no podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor. Si podemos decidir cómo reaccionamos frente a lo que nos sucede.
El responsable
Decidir cómo reaccionamos es uno de los grandes poderes que tenemos como seres humanos. Claro está que “un gran poder también conlleva una gran responsabilidad”. Este antiguo adagio también usado en las películas de superhéroes, es muy potente.
Cuando dejamos de ser víctimas, nos hacemos responsables de lo que nos sucede. Antes de seguir, una aclaración, hacernos responsables es decidir cómo actuar. Aquí no vamos a entrar en juicios de valor de lo bueno y lo malo, o de buscar culpables. Simplemente me hago responsable de mis acciones que por supuesto son efecto de unas decisiones.
De modo que, ser conscientes de la situación y nuestra reacción, es el primer paso. Desde este punto, podemos empezar a buscar soluciones porque entramos a nuestra zona de control. Todo ser humano se siente tranquilo en esta zona, es donde el porcentaje de incertidumbre es mínimo.
El auto liderazgo
Crear y desarrollar una mentalidad correcta, es un proceso. Antes de seguir, recordar que una mentalidad es el conjunto de pensamientos y creencias que dan forma a nuestra mente, determinando cómo nos portamos. Así pues, para alcanzar una mentalidad correcta hemos debido pasar por las etapas de víctima y de responsable.
Una vez en nuestra zona de control, ya no hay excusas para no querer entrenar la mente. Bueno… puedes decidir no hacerlo e igualmente serás responsable de los resultados. Tu eres tu propio líder, tenemos a nuestra disposición mucho conocimiento para aplicar.
Entrenar la mente, como cualquier otra parte del cuerpo, necesita de esfuerzo y de constancia. Si estás esperando que el mundo te sonría a lo instafake, mejor toma la pastilla. Tampoco te desanimes, si ya estás pensando que tu carrera deportiva se echó a perder hace unos años. Hay técnicas que ayudan a crear hábitos y empezarás a ver resultados. Pero ojo, tienes que aplicarlas, hasta que sean parte de tu rutina. Con el tiempo y los resultados, tus acciones serán tu estilo de vida.
Herramientas de productividad
¿Por qué hacerlo fácil, cuando podemos complicarlo? Una invitación a reflexionar sobre esta pregunta. Pués hemos comprobado por experiencia, lo super habilidad que tenemos los seres humanos para complicarlo todo. ¿Será el sentido común? Pero si este es el sentido menos común!
Un poco de reflexión con humor, así debemos aprendernos a tomar la vida. Reflexionando, aprendiendo pero con humor, y que mejor aprender a reírnos de nosotros mismos, otro gran poder.
Las herramientas que compartiremos son muy simples. Muy fáciles de aplicar y con excelentes resultados.
- Planifica tu semana (o tu mes)
- Crea tu lista de tareas o actividades
- Categoriza las actividades: actividades inamovibles, optimizables, eliminables, etc.
- Prioriza las actividades: Importantes, urgentes, etc.
- Crea un calendario y bloquea los espacios con las actividades. No olvides los periodos de descanso, comidas y entretenimiento
- Establece metas
- Identifica una meta diaria
- Identifica una meta semanal y/o mensual
- Crea ambientes sanos y óptimos
- Limpia tu espacio: mesa de trabajo, luz, silla, etc
- Elimina elementos distractores: teléfonos, notificaciones, chats, ruido, etc
- Toma pausas activas (cambiar tu estado mental es altamente productivo, es como un reset)
- Estira tu cuerpo
- Da un paseo corto
- Lávate la cara y las manos, si puedes dúchate
- Planifica tu alimentación
- Come a las mismas horas
- Lleva una dieta saludable adicionando más frutas y verduras
- Snacks saludables: frutos secos, frutas
- Bebe agua: una botella de agua en tu mesa de trabajo, beberás agua por inercia
En definitiva, ser más productivo es el resultado de hacernos la vida mas fácil. Tomar acción en nuestra zona de control y con esto, crear nuestros propios procesos.